GRACIAS SABELA

martes, 3 de septiembre de 2013

ARTICULO POR EL DOCTOR ANTONIO GUIJARRO MORALES (GRANADA)

¿Qué es el Síndrome de la Abuela Esclava? El Síndrome de la Abuela Esclava es una condición grave que puede conducir a la muerte. Sepa en qué consiste y cómo identificarlo
No hace mucho tiempo y en situación casual me tocó escuchar sobre un fenómeno llamado el “SÍNDROME DE LA ABUELA ESCLAVA”, el que me causó una gran curiosidad y decidí investigar de qué se trata. Con mucha sorpresa descubrí que es una enfermedad grave, que afecta a mujeres maduras sometidas a una sobrecarga física y emocional y que origina graves y progresivos desequilibrios, tanto somáticos como psíquicos.

El Dr. Antonio Guijarro Morales, Licenciado en Medicina y Cirugía de la Facultad de Medicina de Granada, ha descrito a esta enfermedad como muy común en las mujeres adultas del Siglo XXI, pues el Síndrome de la Abuela Esclava es una entidad grave que puede conducir a la muerte, a veces por suicidio.

El Dr. Guijardo expresa que el origen de una “abuela esclava” se observa en una mujer adulta con responsabilidades directas de ama de casa, voluntariamente asumidas con agrado que, por razones educacionales y psicológicas, tiene un extraordinario sentido del orden, la responsabilidad, la dignidad y el pudor. Se hicieron abuelas sin darse cuenta estando en la plenitud de la vida, fuertes, sanas, incluso bellas. Con agrado asumen la crianza y cuidado de los nietos, como si volvieran a ser madres por segunda vez, pero con un carácter aún más placentero, gratificante y cariñoso.
Síndrome Abuela EsclavaFoto: El Mercurio
La preocupaciones de las abuelas por sus nietos es uno de los factores que determinan el Síndrome de la Abuela Esclava.

Al pasar el tiempo las redes familiares se multiplican, llegan las nueras, los yernos y diversas formas de emparejamiento de los hijos. Las cargas y el estrés familiar se multiplican, los nietos también, estos últimos crecen y así también sus necesidades y las responsabilidades de quien los tutela en la práctica diaria.

La vida familiar de estas abuelas es con frecuencia de alta exigencia y de alguna manera su  capacidad física y emocional se resiente en el desempeño de múltiples labores hogareñas que le impiden desarrollarse con persona individual, manteniéndose siempre al servicio de estos miembros de la familia que frecuentemente están demandando su atención. Es probable que la presencia de alguna enfermedad asociada debilite aún más sus fuerzas físicas y psíquicas.

La OMS reconoce el abuso del rol de abuela como otro tipo del maltrato hacia la mujer. En el 2003, la psicóloga Encarni Liñan, realiza un estudio para saber más de este síndrome y aplica el  “Cuestionario del Síndrome de la Abuela esclava” partiendo por plantearse las siguientes preguntas: ¿Por qué esta abuela se siente tan comprometida? ¿Por qué no se liberan de esta carga? y ¿Por qué asumen estas situaciones como suyas? ¿Por qué la abuela y no el abuelo?

Algunas respuestas que se plantea la psicóloga Liñan ante el Síndrome de la Abuela Esclava son: por la educación y valores aprendidos, porque se sienten responsables del permanente cuidado de la familia y porque es una forma de seguir sintiéndose útiles. Y ¿Por qué es la abuela y no el abuelo? Porque nuestra cultura androcéntrica nos ha enseñado que la mujer es la cuidadora natural, los hombres asumen el rol de cuidador sólo cuando no existe o no está disponible un miembro femenino de la familia. El abuelo tiene otras funciones más ociosas con los nietos (juegos, paseos, cuentos etc.)

Entre los principales resultados a los que llegó el estudio de la psicóloga Liñan fue caracterizar a la abuela esclava como:
    Mujeres que cuidan a sus nietos de forma sistemática. Mujeres que cuidan a familiares enfermos de forma sistemática. Mujeres que tienen excesivas responsabilidades familiares en función de sus capacidades. Mujeres que no tienen libertad para tomar decisiones. Mujeres que no disfrutan de su tiempo libre como ellas quisieran. Mujeres que apenas tienen relaciones sociales. Mujeres que por cuestiones culturales y familiares se sienten obligadas a asumir demasiadas responsabilidades. Mujeres que tienen miedo a quejarse por represalias familiares (retirada del cariño, chantaje emocional). Mujeres que consciente o inconscientemente saben que se está abusando de ellas, pero no tienen ni los recursos, ni los medios necesarios para hacer frente a estas situaciones. Mujeres que posiblemente se sientan maltratadas. Aportando también un perfil de la abuela feliz, siendo ésta la que; Aporta bienestar a la familia. Ayuda a sus hijos y familiares en función de sus capacidades físicas y emocionales. No tiene responsabilidades directas con sus nietos de forma sistemática. Tiene libertad para decidir qué hacer con su tiempo. 
    Respecto del tema del Síndrome de la Abuela Esclava, la invitación es primero a reconocer que existen las abuelas esclavas, desarrollar una conciencia familiar y social que genere acciones preventivas y aumentar las ayudas sociales a las familias.

8 comentarios:

rosa mis vivencias dijo...

Hola a todas las amigas que pasáis por este rincón y dejáis vuestros comentarios, otras me consta que pasan sin dejar huella, agradezco igualmente a todos los que me seguís.

Aunque no sea mi caso, he encontrado interesante este Articulo y he querido compartirlo con todos/as los/as que paséis por aquí.

GRACIAS A TODOS/AS.

Un abrazo.
Rosa.

Norma2 dijo...

Las abuelas están para malcriar a los nietos y de vez en cuando ayudar a los papás en su cuidado. Muchas veces éstos deben salir a trabajar, de ser así el resto de la familia debería turnarse. Las abuelas deberían saber decir no a tiempo y disfrutar de los momentos que aun les quedan por vivir.
Besosss Rosa

Piedad dijo...

¡Buenos días!

Rosa, encuentro muuy interesante este artículo y has hecho bien por traérnolo ya que yo no lo hubiese leído de no ser aquí.
La verdad es que hay muchas abuelas esclavas que no saben decir que no... y claro, cuando una se hace mayor, los niños agobian mucho y eso deja huella... A decir verdad, hay muchas otras obligaciones que agobian a los mayores y preocupan tanto o más que cuidar de los nietos.
También es agobiante para los menos mayores cuidar de estos, ya que cuando se llega a cierta edad, los mayores nos volvemos niños, pero con la dificultad que un mayor no se maneja como a un niño.
En fin... ¡La vida es muuy complicada!

Abrazos.

Conchi dijo...

Muy bueno el artículo, Rosa. Yo no soy abuela, aunque me gustaría tener nietos, pero me acuerdo de mi madre y de mi suegra, que ella siempre estaban dispuestas a quedarse con los niños, además de llevar adelante un montón de cosas más.

Como dice Piedad, la vida es muy complicada. Hagamos lo que tenemos que hacer con el mayor amor posible, tanto cuidando a los niños como a los mayores.

Un abrazo, amiga. Espero que estés bien.
Conchi

Kety dijo...

Buenos días Rosa.Interesante artículo, con decisiones complicadas por parte de los abuelos...

Un abrazo

reser dijo...

Que interesante articulo. Las abuelas no debemos perder del todo la libertad. Es un gozo poder cuidar a los nietos y disfrutarlos mientras son pequeños pero sin obsesionarse. Su educación es deber de los padres.
Hay muchos hijos que abusan de estas abuelas que no saben decir "NO".
La vida es muy complicada. Cada familia es un mundo.
Besos.
Roser

-Celi- dijo...

Hola Rosa tu como siempre dejandonos cosas y temas interesantes.
Como hija tengo que reconocer que el egoismo nos puede, no nos paramos a pensar en los efectos que producen a los padres, (pues no en todos es positivo)pero se ven implicados por el amor a sus hijos y a sus nietos, en ayudarles en todo aun en contra de nuestra propia libertad, pero es tanto lo que los nietos nos proporcionan... alegria,cariño abrazos espontaneos, que sin darnos cuenta por momentos nos sentimos de nuevo madres, por eso no se piensa en la propia vida, quizás no sea lo mas acertado en el ecuador de nuestra vida, pero importante es disfrutarlo. Un abrazo

Unknown dijo...

Interesantisimo el tema que nos presentas y que en una charla-coloquio puede dar mucho de si. Yo creo que todo amor implica renuncia, pero como el amor de verdad es desinteresado- en este caso el de los abuelos y hablo a nivel personal-renunciar a ciertas cosas no implica un sacrificio, máxime teniendo en cuenta que la etapa infantil se va en un soplo.
Reconozco que nosotros renunciamos a MUCHAS pequeñas cosas, pero seguro que en definitiva no nos llenan, ni con mucho, como la compañía de nuestros nietos.
¿Verdad amiga?
Un abrazo de abuela. Loli